Resulta que fui de esas que se abrió una cuenta en instagram para ser moderna pero como no tenía iPhone no hizo ni una bendita foto.
La gente empezó a insistirme de porqué no estaba ahí metida, a llamarme rara, a mirarme mal… así que decidí volver.
Eso fue anoche y gracias a mi iPad.
Me puede la presión social 🙂